Para ganar, ¡hay que darle duro a la
patronal!
Showdown on West Coast Docks: The Battle
of Longview
(November 2011).
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Chicago Plant Occupation Electrifies Labor
(December 2008).
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May Day Strike Against the War Shuts
Down
U.S. West Coast Ports
(May 2008)
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octubre de 2015
Trabajadores
inmigrantes muestran el poder de la solidaridad
¡Victoria a la lucha de los
trabajadores de B&H Photo!
Trabajadores del almacén de B&H Photo ubicado en
Evergreen Ave. en Brooklyn hicieron una manifestación
relámpago de solidaridad al conocer la noticia de que sus
compañeros en el almacén del Navy Yard fueron amenazados
con el despido en masa. (Foto:
Laundry Workers Center)
“Estamos luchando para nuestro futuro. Queremos dignidad,
que nos respeten. Somos seres humanos, no somos animales”,
dijo un trabajador inmigrante la noche del 15 de octubre,
frente al almacén de B&H Photo en Brooklyn Navy Yard,
el antiguo astillero. Poco antes, un representante de la
compañía había aplastado su celular porque estaba grabando
en video la furiosa arremetida antisindical de los
patrones, quienes le ordenaron a él y a 150 de sus
compañeros que abandonaran el lugar de trabajo. Los
patrones de B&H estaban despotricando contra la
campaña de sindicalización que los trabajadores habían
lanzado públicamente cuatro días antes.
Al rehusarse a cumplir con la perentoria exigencia de la
compañía de “firmar papeles” contrapuestos a la campaña de
sindicalización, los trabajadores fueron amenazados con el
despido en masa. Al escuchar estas noticias, los
trabajadores del otro almacén de la compañía en Brooklyn
reaccionaron inmediatamente con una manifestación de
solidaridad. Los patrones dieron marcha atrás, anunciando
que todos podrían volver al trabajo a la mañana siguiente.
Con unidad y determinación extraordinarias, los
trabajadores de los almacenes de B&H mostraro el
poder de la solidaridad obrera. Para los que luchan
a favor de los derechos de los trabajadores y de los
inmigrantes, fue una noche parar recordar.
“¿Qué queremos? ¡Unión!”
Más de 200 trabajadores de los almacenes de B&H Photo
marcharon el 18 de octubre, coreando “¡El jueves [15 de
octubre] mostramos que no tenemos miedo!” (Foto: El Internacionalista)
Los trabajadores inmigrantes de los almacenes, algunos de
los cuales han trabajado en B&H hasta 17 años, laboran
en condiciones extenuantes y peligrosas. Son obligados a
trabajar jornadas de entre 12 y 17 horas sin descanso, y
sin pago de horas extra. Cinco o diez minutos para comer,
si acaso, representan un “descanso para la comida”. Pedir
permiso para ir al baño puede resultar en ser enviado a
casa más temprano, además de que se les prohibe usar sus
teléfonos celulares para contactar familiares durante
emergencias. Muchos de los trabajadores padecen sangrados
nasales, dolores de espalda, migrañas y fatiga crónicos
debido a la ventilación deficiente y al contacto con
productos químicos peligrosos. A los trabajadores no se
les provee con cascos, guantes ni gogles de seguridad, y
como regla general tienen prohibido usar montacargas y
gatos para mover objetos pesados. Si utilizan montacargas
o gatos, lo hacen sin el entrenamiento adecuado, y con
frecuencia sufren daños.
En B&H, que se jacta de ser la tienda independiente
de equipo de fotografía y video más grande de Estados
Unidos, el trato racista es parte usual de la jornada
laboral en la compañía, donde los trabajadores enfrentan
una discriminación tan descarada que B&H se vio
forzada a pagar 4.3 millones de dólares para resolver una
demanda judicial de la Equal Employment Oportunities
Commission por “discriminación en virtud del origen
nacional” en 2007. En otras demandas se ha acusado a la
compañía de retener beneficios de salud, de tener un
ambiente de trabajo generalmente abusivo y de
discriminación de género. Desde hace mucho ha tenido una
política de no contratar a ninguna mujer para el trabajo
en el almacén.
Lanzada públicamente en la acción del 11 de octubre que
reunió a más de 300 trabajadores, familiares y
simpatizantes, la campaña de sindicalización en B&H
llevaba ya más de un año de preparación. Se trata de uno
de los mayores esfuerzos actuales para organizar a
trabajadores inmigrantes en el área de Nueva York. Ante
una abierta discriminación y un completo desdén por su
salud y seguridad, los trabajadores se dieron cuenta de
que organizarse es literalmente una tarea de vida o muerte
cuando ocurrió un incendio cerca del almacén del Navy Yard
el año pasado. La gerencia se rehusó a permitir que los
trabajadores salieran de las instalaciones a menos de que
hubieran pasado, uno por uno, a través de una “revisión de
seguridad”.
Los trabajadores de B&H se vieron inspirados por la
victoria en 2012 de los trabajadores inmigrantes de la
panificadora Hot and Crusty en el centro de Manhattan. El
hermano de unos de los trabajadores de B&H, Raúl
Pedraza, trabajaba en una tintorería cercana y sugirió que
se pusieran en contacto con el Laundry Workers Center
(LWC), un grupo de defensa de los derechos de los
trabajadores que inició la campaña en Hot and Crusty,
mediante la cual los trabajadores organizaron su propio
sindicato e incluso lograron el “union hiring hall”,
es decir, que el sindicato controla la contratación de los
trabajadores. Como escribimos entonces, esta victoria
sólida de los trabajadores “hizo patente elenorme
potencial de una amplia y combativa campaña de
organización entre trabajadores inmigrantes en Nueva
York y más allá. Hasta un triunfo localizado podría
dar la chispa para encender una lucha de estos
trabajadores, súper explotados, doble y triplemente
oprimidos, y completamente privados de derechos –materia
prima para la explotación desde el punto de vista de la
clase dominante” (ver “Hot and Crusty Workers Win With
Groundbreaking Contract”, The Internationalist,
noviembre de 2012). Hoy, la lucha de B&H apunta en la
dirección de tal contraofensiva clasista.
Cientos de trabajadores de B&H Photo y sus partidarios
salieron a la calle el domingo, 18 de octubre, en un
despliegue impresionante de fuerza, jurando que el intento
a un despido en masa no amortiguará la lucha. La
muchedumbre coreaba, “¡Unión, fuerza, solidaridad!” (Foto: El
Internacionalista)
Trabajando con el LWC, los trabajadores de B&H han
organizado ahora una sólida campaña para ser representados
por los United Steelworkers (sindicato de trabajadores del
acero), el 13 de octubre entregó una solicitud para la
realización de una elección de representación sindical.
Esto vino a dos días de la movilización de los
trabajadores del 11 de octubre, cuando los representantes
de los trabajadores acompañados por una delegación de
partidarios, entregaron un pliego petitorio a la gerencia,
seguido por una oleada de trabajadores del almacén que
inundaron la tienda, coreando consignas en los pasillos,
mientras que cientos manifestaban su apoyo desde afuera en
la banqueta. Intentando desesperadamente detener la
campaña de sindicalización, B&H contrató a la empresa
Jackson Lewis LLP, descrita por un ex alto funcionario
federal como un “actor clave en la industria de evadir la
sindicalización”, famoso por sus “agresivas campañas
antisindicales” (New York Times, 14 de diciembre de
2004). Así fue que el 15 de octubre la compañía lanzó su
rabiosa represalia en el almacén del Navy Yard, cuando uno
de los gerentes dijo: “No habrá ningún sindicato, ¡tendrán
que pasar sobre mi cadáver!”
“¿Qué queremos? ¡Unión! ¿Cuándo? ¡Ahora!”, coreaban los
casi 200 trabajadores reunidos afuera de los portones de
los almacenes esa noche. Uno de los trabajadores que se
rehusó a firmar los “papeles” antisindicales, dijo que al
principio “nos sentíamos solos” frente a las amenazas.
“Pero cuando vimos que todos nos estaban apoyando, ya no
nos sentimos solos, nos sentimos arropados” por los demás
trabajadores y todos los que apoyan la lucha. Un orador
del Grupo Internacionalista dijo en la movilización:
“Hay un dicho de Don Quijote de la Mancha, de
Cervantes, cuando dice Quijote a su amigo Sancho Panza:
‘Si ladran los perros, es porque estamos avanzando’. Y si
ladran los perros ahora, es porque están avanzando
ustedes. Ellos tienen miedo de ustedes, porque ustedes no
tienen miedo de ellos. Porque con la unión, con la fuerza,
con la unidad, con la combatividad de los trabajadores,
con la conciencia, van a ganar, y van a dar un ejemplo a
toda la clase obrera de esta ciudad. Por eso,adelante
compañeros!”
“La lucha obrera no tiene
fronteras”
Los Clubes Internacionalistas de la Universidad de la
Ciudad de Nueva York (CUNY) y el Grupo Internacionalista
apoyan a los trabajadores, el 18 de octubre en frente de
la tienda de B&H Photo. (Foto: El Internacionalista)
Provenientes predominantemente de México, Guatemala y
República Dominicana, los trabajadores de los almacenes de
B&H ejemplifican el enorme potencial para la lucha de
clases de la multinacional clase obrera de Nueva York y
más allá. Como los inmigrantes en el resto del país, están
hartos de ser tratados por los capitalistas como parias,
chivos expiatorios y bestias de carga. Al mostrar en la
práctica el poder de la solidaridad obrera, su campaña
puede ayudar a desencadenar una lucha de los trabajadores,
tanto inmigrantes como los nacidos en EE.UU., tras años y
décadas en las que la clase poseedora se ha vuelto aún más
rica incrementado la explotación y la desigualdad,
empobreciendo, discriminando y usando el terror de su
racista policía y de la migra (la policía
migratoria) en contra de los trabajadores y los oprimidos.
Hablando en el mitin del 11 de octubre, un trabajador
inmigrante que es portavoz del Grupo Internacionalista,
dijo: “La clase capitalista dice que somos criminales,
pero ellos son los criminales. Ni ilegales, ni
criminales, somos obreros internacionales. Es la
clase obrera la que tiene el poder para paralizar todo
este sistema.” Mientras que el republicano Donald Trump
acapara los titulares de los diarios con sus diatribas
antiinmigrantes, el presidente demócrata Obama ha
deportado a más de dos millones de inmigrantes, y quienes
los políticos del Partido Demócrata que aspiran sucederlo
siguen sus pasos en este empeño. En contra de todos los
partidos y políticos capitalistas, luchamos por plenos
derechos de ciudadanía para todos los inmigrantes.
Para mantener su sistema de explotación, señaló nuestro
camarada, los capitalistas siempre buscan dividir a la
clase obrera. Enfrentan a los trabajadores de diferente
origen étnico o que hablan lenguas distintas entre sí,
mientras que en la República Dominicana la clase dominante
está llevando a cabo una campaña de deportación contra la
población de ascendencia haitiana. Es crucial movilizar el
poder de la clase obrera para enfrentar toda forma de
opresión. Para enfrentar cualquier intento de calumniar la
lucha en B&H presentándola como “latinos vs. judíos”
(los dueños son jasídicos, como lo es también buena parte
del personal de ventas), el mitin del 11 de octubre contó
con saludos solidarios por parte de una rabina y de la
organización Jews for Economic and Racial Justice (Judíos
a favor de la justicia económica y racial), entre los
muchos grupos que apoyan la lucha de los trabajadores.
El poder de la solidaridad obrera quedó demostrado por
los trabajadores de B&H cuando pusieron un alto a la
amenaza de despido en masa que la patronal lanzó el 15 de
octubre. Como escribimos durante una lucha previa de
almacenistas en Brooklyn: “Es preciso que los trabajadores
inmigrantes en Brooklyn no se queden solos. La clase
obrera de Nueva York en su conjunto debe salir en su
auxilio… Si actuamos juntos, ¡tendremos el poder para
ganar! (“Mobilize NYC Labor to Defend Brooklyn Immigrant
Workers!”, volante de The Internationalist,
febrero de 2007). Hoy, un factor clave para la victoria en
la lucha de los trabajadores de los almacenes de B&H
consiste enmovilizar el poder de los sindicatos grandes
en el área de Nueva York¸ tales como el de los
telefonistas de Verizon, los Teamsters, los gremios de la
construcción, los maestros, los trabajadores de Con Ed y
otros.
Trabajador internacionalista en el mitin del
11 de octubre que dió início a la campaña de
sindicalización.
(Foto: El Internacionalista)
“Nueva York es baluarte sindical” es una consigna
frecuentemente coreada en las manifestaciones sindicales.
Pero si algo no se usa, se pierde, como ha quedado de
manifiesto en muchísimas derrotas producidas por los
burócratas sindicales que encadenan a los sindicatos al
patronal Partido Demócrata. Para desencadenar ese poder es
preciso, en primer lugar, usar las tácticas que se
emplearon para construir los sindicatos –como realizar
verdaderas acciones de solidaridad obrera con piquetes
masivos para poner alto a los intentos de impedir que los
trabajadores ejerzan su elemental derecho a organizarse.
Hoy la lucha de B&H muestra tanto el potencial como la
necesidad de una dirección clasista de los trabajadores de
Nueva York que movilice su poder.
En el mitin del 11 de octubre, un portavoz de los United
Steelworkers señaló que la lucha de B&H muestra la
necesidad de organizarse contra los estragos del “sistema
capitalista que está aplastando a la clase obrera”. Así
es. Desde los almacenes de Brooklyn hasta Ayotzinapa en
México, este sistema entraña sufrimiento y opresión para
los trabajadores y oprimidos. Pero como señaló Karl Marx,
el capitalismo ha creado a su propia sepulturera: la clase
obrera internacional. Como dice nuestra consigna
internacionalista, “¡Luchar, vencer, obreros al poder!”
Un trabajador almacenista de B&H, Jorge Lora, fue
citado en la prensa expresando la esperanza de que la
campaña de organización “inspire a otros trabajadores de
bajos salarios con la idea de que la ‘unidad hace la
fuerza’”, puesto que “los trabajadores tenemos poder
debido a que en esta ciudad nada puede moverse” sin su
trabajo. Con el inspirador ejemplo de la propia unidad y
determinación de los trabajadores de B&H, el
movimiento obrero, apoyado por todos los que defienden los
derechos de los trabajadores y de los inmigrantes, debe
usar ese poder para ayudar a los trabajadores a vencer en
esta lucha.
¡Victoriaa los trabajadores de B&H!
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