junio de 2024
Marjorie Stamberg
(1944-2024)
Trotskista
revolucionaria, educadora marxista,
dirigente de luchas en favor de todos los oprimidos
Marjorie habla en el mitin del 24 de noviembre de 2008 en defensa de los docentes en la “Reserva de Maestros Ausentes” (ATR) para exigir que a todos ellos se les coloque en puestos de enseñanza.
Nuestra camarada Marjorie Stamberg murió el 29 de mayo tras
una batalla de tres años contra un cáncer ovárico. Tenía 79
años y había sido militante de la Nueva Izquierda, pionera
de la lucha por la liberación de la mujer, activista y
dirigente trotskista desde sus veintes, maestra durante el
último cuarto de siglo y revolucionaria toda su vida adulta.
A lo largo de este periplo, luchó de manera incansable a
favor de la clase obrera, la población negra, las mujeres,
los inmigrantes y todos los oprimidos. Defendió en diversas
arenas a todos los explotados y pisoteados por el
capitalismo. Hasta sus últimos días, en tanto dirigente
central del Internationalist Group, sección norteamericana
de la Liga por la IV Internacional, Marjorie siguió la lucha
por la igualdad, la educación pública y la revolución
socialista internacional, que fue su vida. Nunca dio un paso
atrás en la lucha por este objetivo, que continuó a lo largo
de su padecimiento hasta que una enfermedad que rara vez se
detecta a tiempo truncó su vida. Firme en sus convicciones
comunistas, era también una cálida colaboradora, mentora y
amiga de muchos de los que trabajaron con ella. Sus
camaradas y compañeros valoraban sus grandes contribuciones,
que seguirán inspirándonos y seguramente a muchos otros en
los años por venir.
Aspecto de la reunión conmemorativa para Marjorie en Nueva York, el 29 de junio.
Marjorie Stamberg creció en Filadelfia en el seno de una
familia de ascendencia judía de Europa Oriental. Su abuelo
huyó de Ucrania en la época de la Guerra Rusojaponesa de
1904 y de los pogromos antisemitas. Su vida política comenzó
en las protestas contra la guerra de Vietnam en la
Universidad de Michigan, donde participó en el primer “teach-in”
(foro de estudiantes y profesores) contra la guerra (1964).
Se mudó a Washington para convertirse en activista de tiempo
completo del Comité Coordinador Estudiantil No Violento
(SNCC, por sus siglas en inglés), el ala radical del
movimiento por los derechos civiles, y de Students for a
Democratic Society (SDS), la principal organización de la
Nueva Izquierda.
Ya para entonces, Marjorie era parte del ala más radical de quienes protestaban en contra de la guerra y se consideraba a sí misma una revolucionaria. No sólo se oponía a la política exterior de Estados Unidos en Indochina, sino que tomó partido por las fuerzas comunistas vietnamitas (a las que los medios se referían despectivamente como el “Viet Cong”) que luchaban contra el imperialismo norteamericano y su régimen títere en Saigón. Marjorie participó en el Desfile por la Paz de la Quinta avenida de marzo de 1966 en el contingente disidente que llamaba por la victoria del Frente de Liberación Nacional de Vietnam (FLN) al lado su dirigente, Walter Teague, y con banderas del FLN ondeando alrededor. También participaron en el contingente una treintena de miembros de la corriente Spartacist, que fue expulsada del Socialist Workers Party (SWP) a finales de 1963. En noviembre de 1969, ella marchó en el Contingente Revolucionario en la manifestación por una Moratoria para poner fin a la Guerra en Vietnam en Washington, haciendo el llamado de “Victoria para el Vietcong”, que con sus banderas del FLN fue excluido por los organizadores reformistas (especialmente, el ex trotskista SWP) de lo que muchos radicales llamaron “arrastradas pacifistas” [por arrastrarse ante la burguesía imperialista norteamericana]. Cuando en 1970 la Spartacist League publicó el encabezado “Toda Indochina debe volverse comunista”, Marjorie apoyó fuertemente la consigna.
Mientras vivía en una comuna del SDS y el SNCC en Washington, Marjorie formó parte del colectivo que producía el Washington Free Press, el primero de los periódicos “underground” (independientes, de izquierda) que aparecieron por todo EE.UU. El escritor Norman Mailer citó el artículo de Marjorie acerca de la Marcha sobre el Pentágono de octubre de 1967 contra la Guerra de Vietnam en su libro Los ejércitos de la noche. Esa marcha de decenas de miles que estaban a las puertas del cuartel general de la máquina de guerra imperialista se componía de una vasta mayoría pacifista y de un Contingente Revolucionario más pequeño, conformado por SDS y el Comité de Ayuda al FLN, que Marjorie apoyaba. Después de que los dirigentes pacifistas declararan victoria el primer día, en su artículo “Wedge!” (Cuña) Marjorie describió “la angustia de quienes se sentaron y observaron durante horas” –mientras paracaidistas de la 82 División Aerotransportada del Ejército de EE.UU. los mantenían a raya– “pues no podían irse, pero tampoco resistir” mientras cientos de manifestantes eran arrestados. Marjorie también cubrió el levantamiento de la población negra de Washington tras el asesinato de Martin Luther King el 4 de abril de 1968, cuando la policía huyó de la ciudad, y hubo un breve período de 48 horas en el que no hubo en la capital de Estados Unidos “ningún poder estatal ni escasez alguna”, como ella escribió, hasta que la 101 División Aerotransportada y la Guardia Nacional fueron enviadas para restaurar el “orden” burgués.
Al venir a Nueva York Marjorie se integró al staff de escritores del Guardian,1 y cuando este staff se sublevó, empezó a escribir para el Liberated Guardian2 y otros periódicos del movimiento. Por su rechazo al machismo rampante en la Nueva Izquierda, fue una pionera del movimiento moderno de liberación de la mujer y de su ala izquierda, que buscaba un programa adecuado para las tareas radicales implicadas en la lucha por la emancipación. Fue integrante temprana de Redstockings,3 una importante organización de lo que hoy es llamado “feminismo de la segunda ola” en 1968-1969. Una serie en el Guardian compuesta de tres entregas sobre “El nuevo feminismo” que escribió en marzo/abril de 1969 se consideró influyente para romper la resistencia que había en la Nueva Izquierda respecto al movimiento por la liberación de la mujer. Aunque presentado en un marco feminista, el artículo de Marjorie subraya cuestiones de clase y del capitalismo, haciendo referencia al análisis marxista de Friedrich Engels. Como diría más tarde, en una clase de 2015 sobre la liberación de la mujer que dio en el círculo de estudios marxistas del GI:
“Fui miembro de Redstockings en Nueva York durante unos cuantos meses mientras escribía para el Guardian. Otras personas me han dicho que siempre estaba empujándolas hacia la izquierda. En particular, me preocupaba el hecho de que el grupo era mayoritariamente pequeñoburgués y enteramente blanco…. El grupo incluía a muchas personas que se convertirían en escritoras, críticas y profesoras reconocidas, así como a diversas intelectuales del Greenwich Village. Así, aunque esta organización parece ocupar un lugar importante en las historias del feminismo, no tuvo tanta influencia entre activistas radicales que básicamente provenían de la Nueva Izquierda”.
–Marjorie Stamberg, “La liberación de la mujer y la línea de clase” (29 de octubre de 2015)
Entretanto, añadió, “Redstockings y la mayor parte de los grupos de mujeres se consolidaron en torno a una escala de grados diversos de teoría antimarxista para así justificar un programa enteramente procapitalista”.
Marjorie estuvo en la convención de SDS de 1969 en la que la principal organización de la Nueva Izquierda se escindió entre alas maoístas en competencia: el tercermundista Movimiento Juvenil Revolucionario (RYM) I y II, por un lado, y la Alianza Obrero-Estudiantil dirigida por el Partido Laboral Progresista, por otro. Había estado en contacto estrecho con lo que se convertiría en la facción de los Weathermen de la RYM desde sus días en Washington, aunque sin compartir enteramente su política.
Tras mudarse a la Costa del Pacífico, Marjorie participó en la fundación de Tooth and Nail, un periódico feminista que se convirtió en el órgano del Oakland Women’s Liberation (OWL). En su charla de 2015, Marjorie señaló:
“No éramos feministas que después hubiéramos sido ganadas al comunismo revolucionario. Para muchas de nosotras, éramos primero revolucionarias que veían la necesidad de luchar por la liberación de la mujer y que, por ello, fuimos ganadas al feminismo. Luego, algunas de nosotras, cuando vimos lo que el feminismo implicaba en la práctica, pasamos del feminismo al genuino marxismo”.
publicación de la comisión de la mujer de la Sparta-
cist League, en la que habló de cómo el feminismo
llevó a trabajadoras telefónicas a esquirolear en una
huelga de técnicos (casi todos varones).
Como el grupo se orientaba hacia la clase obrera, Marjorie organizó a operadoras en la compañía telefónica (AT&T, que hasta 1980 fue un monopolio), muchas de ellas Panteras Negras. Sin embargo, vio con claridad el sectorialismo derrotista del feminismo, especialmente cuando algunas operadoras esquirolearon una huelga de operadores de línea (varones blancos) afiliados al sindicato de electricistas, la International Brotherhood of Electrical Workers (IBEW). Como lo diría más adelante, esa experiencia la ganó al programa de la liberación de la mujer mediante la revolución socialista. Las mujeres más conscientes de OWL emprendieron lo que Marjorie llamaba un “viaje de descubrimiento” que las llevó a la obra de Friedrich Engels de 1885, El origen de la familia, la propiedad privada y el estado, y su “descubrimiento de que la opresión de la mujer y el patriarcado evolucionaron a partir del desarrollo de la propiedad privada y que su centro neurálgico era la familia, parte integral del sistema económico y social capitalista”. De hecho, como lo dijo Marjorie en su charla de 2015, se trató de un “redescubrimiento”:
“Esta labor política había sido realizada previamente por una generación anterior de mujeres revolucionarias, tanto antes como después de la Revolución Rusa: Clara Zetkin, Alexandra Kollontai y otras. Pero esa obra había sido sistemáticamente enterrada por los estalinistas tras la contrarrevolución política en la Unión Soviética y la destrucción del Partido Bolchevique de Lenin y Trotsky. Tuvimos que encontrarla nuevamente.”
Revolucionaria profesional
En el Área de la Bahía de San Francisco, Marjorie ingresó a la Spartacist League (SL), la organización que durante tres décadas defendió el trotskismo revolucionario en contra de la traición del comunismo internacionalista perpetrada por el estalinismo, la política de una burocracia nacionalista y conservadora que usurpó el poder político en el estado obrero soviético. También contribuyó a la construcción del Comité de Acción Combativa (MAC) entre los telefonistas, que era apoyado políticamente por la SL.
Una cuestión crucial para ella fue la huelga magisterial de 1968 en Nueva York, que había cubierto para el Guardian en oposición al paro de labores realizado por la United Federation of Teachers (UFT). Viajó a Nueva York para hablar con el dirigente espartaquista Jim Robertson, quien la convenció de la posición de la SL, a saber, que la huelga era una acción necesaria en contra de la campaña antisindical del alcalde republicano liberal y la Fundación Ford, quienes impulsaban un “control comunitario” para alinear a la población negra en contra del sindicato y para socavar el potencial de una rebelión en el gueto al cooptar activistas negros incorporándolos a la nómina. Al mismo tiempo que defendía la huelga, la SL también arremetió contra la dirección de la UFT bajo Albert Shanker por librar la lucha de un modo que azuzaba actitudes racistas blancas en lugar de plantear un programa en defensa de la empobrecida comunidad negra. El papel crucial de Robertson en la lucha por la defensa del programa trotskista a lo largo de tantos años es parte importante de nuestra historia y de las posiciones que hoy en día defendemos.
Tras ser transferida a Nueva York en 1973 para ayudar en el lanzamiento de Workers Vanguard, el periódico quincenal de la SL, Marjorie siguió trabajando en la compañía telefónica, en donde inició la construcción de un comité local del MAC y se convirtió en la primera mujer “switchman” (trabajadores calificados que velaban por las conexiones en los centros telefónicos) en Nueva York. Se integró al comité editorial de WV, editado por Jan Norden, que habría de ser su pareja en las buenas y las malas durante 50 años. Juntos estuvieron en el centro de un colectivo vibrante, frecuentemente bajo fuego interno, para publicar WV como la principal publicación de la tendencia espartaquista durante 23 años y la que muchos juzgaron como el mejor periódico de izquierda en EE.UU. de esa época. En 1985, la estación radial neoyorquina WBAI del grupo Pacifica Radio lanzó su “primer premio anual ‘Emma’ para la prensa de izquierda de Estados Unidos”, que declaró a Workers Vanguard como el claro ganador, describiéndolo como “el más loco, más vivaz, más jocoso, más cruel, más inteligente y más terco de los órganos de la izquierda sectaria”. Claro que tomamos cada palabra como un elogio.
Marjorie fue también una importante portavoz pública de la SL, de cuyo comité central fue miembro, además de su candidata para la asamblea estatal en 1978, contendiendo por el distrito que comprende los barrios del centro de Manhattan del Greenwich, West y East Village. En oposición al electorerismo socialdemócrata, en el que los funcionarios electos ignoran las posiciones políticas de su partido, en concordancia con la práctica leninista Marjorie firmó una carta de renuncia de su puesto sin fecha para hacerla efectiva si no realizaba el programa espartaquista. Los bolcheviques participan en elecciones burguesas fundamentalmente para usarlas como una plataforma para su programa revolucionario. La campaña de Marjorie llamaba a favor de “Una lucha socialista para salvar Nueva York”. En esa época, grandes porciones de la ciudad parecían zonas de guerra bombardeadas, toda vez que los casatenientes incendiaban sus propios edificios para cobrar el dinero del seguro. Marjorie consiguió el 3.2 por ciento de los votos, una buena cantidad para una candidata izquierdista, así como una gran cobertura de la prensa local que subrayaba su programa.
Marjorie contendió nuevamente en las elecciones en 1985, esta vez por la alcaldía de Nueva York, en contra del racista demócrata Ed Koch. El lema central de su campaña fue “De Soweto hasta Harlem: ¡aplastar el terrorismo racista!” La conexión que hacía era con el levantamiento de las empobrecidas zonas segregadas en Sudáfrica contra el régimen del apartheid de supremacía blanca que negaba a la población negra cualesquiera derechos mientras superexplotaba su trabajo. Entretanto, en Nueva York la policía estaba en medio de un frenesí asesino en contra de la población negra, imponiendo los “recortes asesinos de Koch” (Koch’s Killer Kuts) como decía una pancarta de protesta por el cierre de un hospital en Harlem. En 1983, los “cosacos de Koch” asesinaron al joven de 25 años Michael Stewart por haber pintado un grafiti en una pared del metro. En 1984, mataron a una abuela en el Bronx, Eleanor Bumpurs, en su departamento, cuando se resistía a ser desalojada. En medio de la cruzada de Guerra Fría antisoviética de Ronald Reagan, la campaña de Marjorie proclamaba “Somos el partido de la Revolución Rusa”. Hablando en la principal estación de radio negra en Nueva York, la WLIB, declaró: “El KKK no cabalga en Moscú”.
Marjorie presionó con insistencia a favor de realizar una movilización obrera y negra para poner alto al Ku Klux Klan en la capital estadounidense en 1983. La movilización reunió a unos 6 mil manifestantes que bloquearon al KKK.
Marjorie siempre enfatizó la centralidad de la lucha contra la opresión racista de la población negra. Después de que el Ku Klux Klan y los nazis masacraran izquierdistas en Greensboro, Carolina del Norte, en 1979, Marjorie jugó un papel fundamental en la organización de acciones de masas obreras y negras dirigidas por la SL que mantuvieron al KKK fuera del norte durante años. En 1980, cuando el Klan amenazó con ir a Detroit, Marjorie se trasladó a esa ciudad para ayudar a organizar una movilización de obreros negros bajo el lema de “El Klan no cabalgará en la Ciudad Motor”. En 1982, después de que fascistas encapuchados anunciaron que irían a la capital del país, luchó para que el partido iniciara acciones para detenerlos. Cuando su propuesta fue inicialmente rechazada, pues la SL no tenía un comité local ahí, su tenacidad superó las objeciones iniciales. El 27 de noviembre de 1982, una “movilización obrera y negra para poner alto al KKK en Washington” iniciada por la SL reunió a 6 mil resueltos manifestantes, incluidos los miembros de la Brigada Nat Turner de trabajadores negros de astilleros y barcos del área de Norfolk, Virginia, que tomaron las calles mientras los encapuchados del Klan corrían a esconderse.
United Federation of Teachers (sindicato magisterial),
septiembre de 1981, en contra del papel de la UFT de
canalizar millones de dólares de la CIA al movimiento
nacionalista/anticomunista de Solidarność en Polonia.
Marjorie luchó contra la contrarrevolución por doquier. En 1981, se manifestó con la SL frente a las oficinas de la UFT para denunciar su rol como canal de la CIA para financiar al movimiento nacionalista y anticomunista Solidarność en Polonia. Cuando la aplastante mayoría de la izquierda proclamó “solidaridad con Solidaridad”, Marjorie dio una charla seminal titulada “¡Viva Rosa Luxemburg!”, en la cual analizó la “tradición comunista de Polonia”. Esta charla fue publicada en Young Spartacus (mayo y verano de 1982), la publicación de la Spartacus Youth League. Republicaremos este importante artículo. En 1985, Marjorie viajó a Nicaragua como parte de nuestra campaña para recaudar fondos para defender al país centroamericano contra el asedio de las fuerzas de la “Contra” (así llamadas por su propósito contrarrevolucionario), testaferras de EE.UU.
A principios de los años 1990, Marjorie fue a la República Democrática Alemana (RDA) como parte del esfuerzo de órdago de nuestra Liga Comunista Internacional (el nombre adoptado por la tendencia espartaquista internacional en 1989) en contra de la anexión del estado obrero burocráticamente deformado de Alemania Oriental por la imperialista Alemania Occidental. Regresó a Nueva York para encargarse de la publicación de Workers Vanguard mientras Norden dirigía nuestro boletín diario en Berlín. La audaz movilización de la LCI representó la primera ocasión en que trotskistas hacían campaña abiertamente en un estado bajo gobierno estalinista y fue un logro señero de la tendencia espartaquista. Después de la contrarrevolución, Marjorie dio una charla en 1991 en el centro cultural de la refinería Leuna, para dar cuenta de cómo las mujeres germanorientales habían perdido muchos derechos debido a la reunificación capitalista, explicando, sobre la base de su propia experiencia en EE.UU., por qué el feminismo se contrapone a una verdadera lucha contra la opresión de la mujer, arraigada en la institución de la familia.
Marjorie viajó a Nicaragua en 1984 como parte de la campaña espartaquista “Nicabucks” para recaudar dinero en los EE. UU. para combatir a los mercenarios de la “contra” nicaragüense dirigida desde Washington.
En 1993, Marjorie viajó a Cuba, cuando la isla se tambaleaba por la eliminación de la ayuda soviética tras la contrarrevolución en la URSS. Al regreso de ese viaje, a las puertas de la oficina de la SL le preguntaron si Cuba resistiría la contrarrevolución. Respondió que a juzgar por lo que había visto, sí resistiría –lo que desató una campaña de acusaciones al interior de la SL de que era “suave con el estalinismo”. Poco después, el dirigente de la SL, Robertson, quería que WV dijera que el estado obrero deformado cubano se “hundirá en las tibias aguas del Caribe”. Marjorie y Jan se rehusaron. Treinta años más tarde, Cuba sigue a flote y a los gusanos contrarrevolucionarios aún se los mantiene a raya. Pero como dijo Marjorie en un foro que dio en la Universidad Howard en Washington sobre “Los negros y la Revolución Cubana”, el “nacionalismo latinoamericano antiyanqui, lo mismo que el nacionalismo negro, no pudieron dar una salida revolucionaria a la lucha negra”, además de que “sólo por medio de la revolución socialista podrá la población negra emanciparse e integrarse plenamente en una sociedad igualitaria” al extender la lucha a Estados Unidos.
El bloqueo imperialist y la contrarrevolución en la URSS provocaron una grave crisis alimentaria en Cuba. Arriba: la multitud clama por pasteles festivos. Marjorie tomó esta foto en Cárdenas, Cuba, el 26 de julio de 1993.
La destrucción contrarrevolucionaria de la Unión Soviética, el primer estado obrero de la historia – fundado por los bolcheviques dirigidos por Lenin y Trotsky, y traicionado por Stalin y sus herederos– que los imperialistas provocaron, devastó a buena parte de la izquierda occidental.Muchos que se habían llamado comunistas se rebautizaron como socialistas, los otrora socialistas se convirtieron en burócratas sindicales “progresistas” y muchas organizaciones se disolvieron. La tendencia espartaquista, que había luchado contra la contrarrevolución en la RDA y la URSS, no fue inmune a este derrotismo, aunque lo expresó de manera diferente: tocando a retirada de la lucha de clases. En 1995-1996, una lucha interna de un año de duración en contra de esta deriva hacia el abstencionismo –que se presentaba marcadamente en torno al trabajo de la organización en Alemania– desembocó en junio de 1996 en la deserción bajo fuego de la LCI de la lucha para echar a la policía del sindicato de trabajadores municipales en la “Ciudad Acero” brasileña de Volta Redonda. A principios de ese mes, Marjorie y Jan fueron expulsados de la SL y la LCI sobre la base de acusaciones falsas.
Educadora marxista
Tras las expulsiones burocráticas, Marjorie no vaciló. Propuso el nombre “internacionalista” para nuestra nueva organización y su publicación, pues resumía nuestros propósitos de una manera clara, simple y comprensible. Comenzar de nuevo a los 51 años con un pequeño grupo de cuatro camaradas (Marjorie, Jan, Socorro y Negrete) no fue fácil, pero se trataba del empeño de toda su vida. Empezó a trabajar en el Centro Médico de la Universidad de Nueva York para pagar la colegiatura en la escuela de educación Steinhardt de la New York University (NYU), y para 1999 emprendió una segunda carrera como maestra en escuelas de Nueva York.
Enfrentó entonces nuevos desafíos. Marjorie comparaba el dar clases con ser un actor de teatro en Broadway cinco días a la semana, en una temporada que dura nueve meses y se repite año tras año, pero con un guion diferente cada día y con una audiencia que responde. Además, tanto ella como sus colegas tenían que lidiar con rúbricas alucinantes para supuestamente medir la eficacia de los docentes, que cambiaban prácticamente cada año, con una burocracia esclerótica en el departamento de educación (DOE) de Nueva York y con la agotadora labor de dar clase a jóvenes que atraviesan el difícil trance hacia la adultez. Marjorie enseñó inglés como segunda lengua, o ESL, programa ahora llamado ENL (inglés como nueva lengua) inicialmente en escuelas de bachillerato, y a partir de 2008 en un programa para adultos jóvenes de entre 17 y 21 años. También dio clases universitarias de inglés en Hunter College y en los veranos en NYU a lo largo de una década y más tarde en educación para adultos en el DOE.
Poco después de que Marjorie comenzara a trabajar como maestra, el GI empezó a publicar artículos sobre la educación. Un artículo de 2001 titulado “¡Derrotar el ataque capitalista contra la educación pública!” detallaba la manera en que el Partido Demócrata, con Hillary Clinton a la cabeza, adoptó la política de privatizar y dotar de una orientación empresarial a las escuelas públicas, al impulsar una “reforma” educativa al gusto de Wall Street. También explicó los orígenes de la dirección de la UFT en la socialdemocracia anticomunista de Max Shachtman, un renegado del trotskismo que se pasó del lado del imperialismo. (El fundador y dirigente de la UFT Albert Shanker era un devoto de Shachtman, cuya esposa, Yetta Barsh, fue asistente de Shanker durante un largo tiempo.)
Un suplemento especial sobre El marxismo y la batalla por la educación reúne materiales de la joven república soviética, cuando los bolcheviques impulsaron una revolución educativa, que incluyó el remplazo de la dictadura de las administraciones escolares y sus jefes capitalistas con el control de las escuelas ejercido por profesores, estudiantes, padres de familia y trabajadores. Además del texto “Sobre la escuela de clase” de Anatoli Lunacharsky, comisario de educación entre 1917 y 1929, incluye dos ensayos de Nadezhda Krupskaya sobre la educación pública y las escuelas socialistas (en los que explica que hace falta una revolución socialista para hacer realidad una reforma educativa completa) y un informe de John Dewey sobre un viaje que hizo a la URSS en 1927 en el que vio hecho realidad su programa de “escuelas del trabajo”, para conectar la educación con la vida social, antes de que Stalin lo suprimiera.
En diciembre de 2001, Marjorie vino a Hunter College para participar en un mitin de frente unido iniciado por el GI, para poner alto a la “purga de guerra” de estudiantes inmigrantes indocumentados mediante el alza de las cuotas que la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY) intentaba imponer en medio de la atmósfera de histeria represiva tras los ataques del 11 de septiembre de 2001. En 2002, volanteó en una asamblea de delegados de la UFT con una resolución en la que se llamaba a los maestros a solidarizarse con la inminente huelga de trabajadores del transporte público en Nueva York, alentando a los profesores, entre otras cosas, a “llevar a sus alumnos y dar clases en las líneas de piquete del Transit Workers Union (TWU) para ofrecer a sus estudiantes una experiencia educativa sobre la lucha de clases”.
En 2003, cuando la invasión y ocupación de EE.UU. asoló a Irak, Marjorie escribió un artículo titulado “La enseñanza del inglés como segunda lengua en un clima de guerra” en el que desmontaba la mentirosa propaganda de guerra (como las inexistentes armas de destrucción masiva iraquíes) que era diseminada por el gobierno y los medios y criticaba el miedo infundido mediante leyes represivas, como la Ley PATRIOT U.S.A. Marjorie presentó este artículo en la convención nacional del TESOL (maestros de inglés a hablantes de otras lenguas, por sus siglas en inglés) en Long Beach, California, y más tarde en la convención estatal del TESOL en Nueva York. En 2005 se lanzó contra el contrato de la UFT con el DOE que entregó el derecho a la transferencia por antigüedad cuando las escuelas cerraran a cambio de un aumento salarial, y escribió un volante para denunciar el arresto de estudiantes musulmanes realizado por policías migratorios.
El 14 de junio de 2006, hubo una explosión de aguda lucha de clases en el estado de Oaxaca, México, cuando los maestros se levantaron frente a un ataque mortífero contra su plantón en la capital del estado. Los docentes iniciaron una lucha semi insurreccional respaldada por pueblos indígenas y trabajadores que expulsó a la policía, los tribunales y todas las autoridades gubernamentales de la ciudad de Oaxaca, y que rodeó y clausuró la legislatura estatal, cortó carreteras y el aeropuerto y bloqueó el estado a lo largo de cinco meses. Ese mismo día, Marjorie y el Internationalist Group convocaron una manifestación de protesta contra la represión y en solidaridad con los maestros oaxaqueños afuera del consulado mexicano en Nueva York. Unas semanas más tarde, Marjorie y camaradas del Grupo Internacionalista de México viajaron a Oaxaca, donde los huelguistas agradecieron efusivamente a la maestra de Nueva York que había jugado un papel clave en hacer que se conociera su lucha.
En defensa de los maestros “ausentes”
Ya en EE.UU., Marjorie disfrutaba dar clases a sus estudiantes inmigrantes, la mayor parte recién llegados, sintiéndose inspirada por su emoción al ver por primera vez una nevada y sorprendida de que respetaran a su maestra. (“Todavía no les llegó el memorándum”, decía.) Era desafiante, con estudiantes que iban de alguno que prácticamente no había tenido educación formal alguna (y algunas veces ni siquiera una lengua escrita) hasta otros con licenciaturas en sus países de origen que no eran reconocidas en EE.UU. Los burócratas del DOE no tardaron en darse cuenta de que era una maestra excelente y le pidieron que se convirtiera en orientadora. Así, durante dos años viajó a escuelas en Queens para ayudar a los nuevos profesores. Muchos se mantuvieron en contacto con ella a lo largo de los años, diciéndole cuánto valoraban el apoyo que les había dado. Sin embargo, Marjorie sintió que se trataba de un puesto semi administrativo –incluso tenía que vestirse de traje– y decidió regresar a la enseñanza. “¿Quién necesita trajes?” o sea los burócratas del DOE, solía decir. “Somos nosotros los que educamos. Somos nosotros los que deben decidir”.
Marjorie regresó a las aulas en la primavera de 2007. Fue contratada en los Servicios Auxiliares para el Bachillerato (ASHS, por sus siglas en inglés), justo cuando el DOE decidió disolver este programa modelo que preparaba a los estudiantes para el examen de certificación del bachillerato. La caótica reorganización de la sección de escuelas alternativas, D79, hizo que cientos de maestros fueran “sobrantes”. Debido a una cláusula del contrato de 2005, no podían ser despedidos, pero más de 250 maestros que no pudieron encontrar a un director de escuela que los contratara fueron arrojados a la “Reserva de Maestros Ausentes” (ATR). Marjorie y la dirigente de la sección de la UFT de los ASHS, Roz Panepento, lanzaron una petición y una campaña en los medios para devolverlos a los salones de clase. Cuando los ASHS fueron remplazados por el “GED Plus”, Marjorie se presentó a las elecciones sindicales para ser la dirigente de la sección y perdió por un escaso margen debido a que la burocracia que dirige a la UFT se negó a darle una lista de los miembros de la sección, o siquiera de las 80 ubicaciones en que trabajaban, sino hasta un día antes de las elecciones.
Para 2008, la insoportable situación de los educadores “sobrantes” de la sección D79 empeoró. Para entonces ya había 1,400 en la reserva. Una vez más, Marjorie no se rindió. Publicó un llamado para una asamblea al nivel de la ciudad de los profesores en la “reserva de ausentes” y nuevamente lanzó una campaña para exigir que el sindicato reivindicara su colocación, reuniendo cientos de firmas de más de 103 escuelas en toda la ciudad. Junto con otros activistas, inició un Comité Ad Hoc para Apoyar a los Profesores de la ATR y redactó una resolución, que fue aprobada en la Asamblea de Delegados, para que la UFT realizara una “concentración … para exigir al Departamento de Educación de Nueva York que reduzca el tamaño de los grupos y asigne puestos a todos los docentes de la Reserva de Maestros Ausentes que necesiten clases antes de que se contrate nuevos profesores”. Esto asustó de tal manera a los jefes de la UFT y del DOE, que rápidamente firmaron un acuerdo un día antes de la manifestación convocada para el 24 de noviembre. En vez de colocar a los profesores de reserva en puestos permanentes, solo crearon incentivos económicos para que los directores de escuela los contrataran.
En noviembre de 2008, a pesar del intento de la cúpula de la UFT de impedir que docentes participaran en el mitin, unos 300 maestros se manifestaron para exigir que los profesores dizque “ausentes” fueran colocados en puestos de trabajo. Marjorie fue una de las principales organizadoras y oradoras en la protesta.
El sindicato anunció entonces una fiesta con queso y vino en las oficinas de la UFT a la misma hora en que se iba a realizar el mitin para celebrar su acuerdo vacuo y envió a su personal para impedir que la gente participara en la protesta. No les resultó. Unos 300 maestros y sus partidarios se reunieron en una manifestación de frente unido demonstration organizada por el Comité Ad Hoc, lo que constituyó el mayor despliegue de fuerzas opositoras en años. La multitud estaba electrizada. Marjorie fue una de las principales oradoras, en tanto que miembro de la UFT y la principal portavoz pública del recientemente formado Class Struggle Education Workers (CSEW). Insistió en que la lucha en defensa de los profesores de reserva continuaba y que no se podía confiar en el acuerdo entre la UFT y el DOE. Pero no se quedó en eso.
24 de noviembre de 2008 para defender a los docentes
abandonados en la Reserva de Maestros "Ausentes" (ATR).
En su discurso Marjorie criticó el control de las escuelas por la alcaldía y llamó a imponer un gobierno escolar de profesores, estudiantes, padres de familia y trabajadores. Execró a los burócratas sindicales como lugartenientes del capital, retomando la famosa frase del socialista Daniel De Leon, pues actúan como cadena de transmisión de la patronal, particularmente por medio del Partido Demócrata. Dijo que mientras que el gobierno estaba rescatando a los bancos (esto fue en el momento más álgido de la crisis de Wall Street de 2007-2008), los docentes tienen que enfrentar duras batallas y necesitan aliarse con los trabajadores de Nueva York y prepararse para enfrentar la ley Taylor que prohíbe las huelgas de los trabajadores públicos en el estado de Nueva York. Alertó en contra de las ilusiones que pudiera despertar el recientemente electo presidente Barack Obama, quien como demócrata iba a continuar las guerras contra Afganistán e Irak, mientras que lo que hacía falta era derrotar dichas guerras. Y concluyó: “Necesitamos un partido obrero, necesitamos un gobierno obrero”.
Dados el tamaño y la energía del mitin, la secretaria general de la UFT, Randi Weingarten, se presentó con una comitiva para defender su acuerdo de trastienda. Cuando Marjorie le intentó responder, la también jefa de la AFT (el sindicato nacional) se rehusó a darle el megáfono hasta que la gente empezó a gritarle “deja hablar a Marjorie”, obligándola a ceder. De hecho, en los siguientes años no más de 16 profesores de reserva fueron colocados en puestos de enseñanza como resultado de los incentivos del acuerdo realizado por el sindicato. En cambio, el número de profesores en reserva se elevó hasta cerca de 1,700 en 2014. Mientras que la prensa patronal (no sólo el New York Post que constantemente fustiga a los profesores, sino también el New York Times) repetía su cantaleta de que se trataba de puros gorrones que se sentaban por ahí “sin hacer nada”, Marjorie siguió agitando para que el sindicato emprendiera acciones para exigir que se les asignara clases. La reserva de profesores “ausentes” sólo llegó a su fin con la escasez de maestros que provocó la pandemia en 2021 y el DOE finalmente permitió dar clases a estos educadores calificados y experimentados.
¿Qué tipo de oposición contra la burocracia hace falta?
Marjorie insistió en que para combatir a la burocracia sindical procapitalista, hace falta una oposición clasista que luche contra el sistema capitalista que destruye a la educación pública. En la imagen, protesta de abril de 2014 contra la invasión de escuelas chárter, financiadas mediante fondos de inversión de Wall Street.
Las críticas de Marjorie a Obama y los demócratas en el mitin de noviembre de 2008 molestaron a varios reformistas y liberales entre los presentes. Posteriormente, hubo una dura lucha en torno a qué tipo de oposición hacía falta. Al hablar en nombre del CSEW, Marjorie llamó a favor de más acciones de frente unido como la del 24 de noviembre, pero insistió en que para derrotar a la burocracia pro capitalista de la UFT “necesitamos una dirección basada en un programa de lucha clasista, y que esto es lo que necesitamos construir ahora”. Otros querían una oposición incluyente que reuniera a todas las diversas agrupaciones independientemente de sus muy reales diferencias programáticas y estratégicas. Marjore respondió diciendo que una mega planilla resultaría en una mega confusión, ya que no podría sino tener un programa con el mínimo denominador común que sólo podría ser el de un sindicalismo de corte estrecho:
“Pero el mero sindicalismo en este período en el que los trabajadores enfrentan ataques por doquier, en donde toda conquista sindical está siendo eliminada, es imposible. En este período de decadencia capitalista, el reformismo es un callejón sin salida: si no estamos preparados para luchar contra el sistema en su conjunto, estamos destinados al fracaso….
“Tiene que haber una discusión seria acerca de la historia y el futuro de este sindicato, desde la época del ‘socialista del Departamento de Estado’ y la ‘AFL-CIA’, Albert Shanker, hasta los que aspiran a ser sus imitadores en su cuarta reencarnación…. Mientras luchamos en torno a cada cuestión de justicia social, necesitamos comprender sus raíces y luchar en contra del sistema capitalista en su conjunto. Ésta es la razón por la que llamamos a favor de un partido obrero clasista”.
–”Después del 24 de noviembre…” (2 de diciembre de 2008)
La gente que favorecía la formación de una planilla grande procedió a formar el Grassroots Education Movement, que unos años más tarde engendró el Movimiento de Educadores de Base (MORE).
El caso de los profesores “ausentes” fue sólo una de las cuestiones en torno a las cuales luchó Marjorie. En la primavera de 2009, cuando Obama pretendía imponer el “pago por desempeño” para los maestros, la presidenta del sindicato Weingarten intentó engatusar a los docentes con un proyecto para que, si los resultados de los estudiantes en los exámenes estandarizados subían, cada maestro obtendría un bono de tres mil dólares. Marjorie denunció esta jugarreta diciendo que se trataba de una versión suave de la política rompesindicatos de “pago por mérito”, y condujo a los maestros de GED-Plus a rechazar la propuesta. No es cualquier cosa lograr que una mayoría de miembros de un sindicato rechacen un soborno de tres mil dólares, pero Marjorie lo logró. A final de cuentas, el ardid de los burócratas no llegó a ninguna parte. Cuando Marjorie contendió para ser delegada de GED-Plus ante la UFT, resultó elegida con más votos que el dirigente de la planilla Unidad en la sección, Michael Friedman. Chocaron en torno a muchas cuestiones a lo largo de la década siguiente, pero también colaboraron, y Friedman siempre habló de Marjorie con respeto.
“Las escuelas públicas son la encrucijada de raza y clase”
En 2010 se produjo una ofensiva antisindical y contra los docentes a gran escala en todo el país. Unos derechistas produjeron un seudo “documental” llamado A la espera de Superman, que criticaba acremente la titularidad de los profesores de escuelas públicas. Al año siguiente, Columbia Pictures hizo lo mismo con la película Bad Teacher, protagonizada por Cameron Diaz. En Nueva York, el multimillonario alcalde Michael Bloomberg lanzó una campaña para cerrar decenas de escuelas supuestamente “fallidas” y promover escuelas “charter” de gestión privada y rompesindicatos que servían para desviar dólares (además de mucho dinero de Wall Street) y que roban espacio en las aulas de las escuelas públicas con sus disruptivas “ubicaciones compartidas”. Marjorie y el CSEW lucharon contra esto con uñas y dientes, llamando a ocupar las escuelas que estaban cerrando. Publicó folletos que detallaban cómo los operadores inmobiliarios utilizaban las escuelas charter y servían como fuente de ingresos para los fondos de cobertura, cuyo flujo constante de fondos estatales sería ordeñado si sus “inversiones” especulativas fracasaban (como hicieron en 2007-2008).
Marjorie habló en audiencias del PEP de Bloomberg (conocido como el “Panel de Educación Títere”) contra el cierre de la Escuela Secundaria Paul Robeson (nombre del célebre cantante comunista negro) en Crown Heights y de la Escuela Secundaria Regional del Bronx. Ella, junto con cientos de educadores, padres, estudiantes y simpatizantes, habló en animadas audiencias del PEP de varios miles de personas que duraron horas, después de las cuales los miembros del panel obedientemente aprobaron el cierre del último lote de escuelas cuya destrucción estaba prevista por Bloomberg y sus cancilleres escolares, Joel Klein y Cathy Black, importados del mundo empresarial y que no sabían absolutamente nada de educación. Black (que nunca asistió a una escuela pública) desató una tormenta con su broma racista de que la solución al hacinamiento en las aulas era el control de la natalidad. En una reunión del PEP, Marjorie distribuyó un hilarante “Examen sorpresa para Cathy Black” escrito por su colega y camarada Charlie Brover, con quien había trabajado desde la década de 1970.
La UFT, las diversas corrientes disidentes del sindicato, casi toda la izquierda, activistas comunitarios y muchos liberales asistieron a las tormentosas reuniones del PEP, pero lo que Marjorie dijo fue diferente en un aspecto importante: atacó los planes de Bloomberg por ser racistas. “Miren los códigos postales de las zonas en que están cerrando las escuelas: no es en Riverdale o el Upper East Side, (vecindarios blancos adinerados) sino en barrios empobrecidos, de negros y latinos”, dijo. La UFT y la oposición reformista se mantuvieron conscientemente silenciosas sobre la cuestión racial, pero mientras Marjorie caminaba por la avenida De Kalb después de una sesión en Brooklyn Tech, un destacado activista negro de Bed-Stuy salió corriendo de una tienda de delicatessen para agradecerle por haber dicho en voz alta la evidente verdad que los demás intentaban evadir. A menudo señaló que la lucha contra el cierre de escuelas era clave para superar la división entre los docentes y la comunidad negra que había durado 40 años desde la huelga de la UFT de 1968.
En 2013, estalló una huelga de los conductores y asistentes de autobuses escolares de Nueva York, una fuerza laboral mayoritariamente dominicana y haitiana cuyo papel crucial en el sistema escolar es a menudo ignorado tanto por la corriente principal de la UFT como por los sindicalistas disidentes. El primer día, Marjorie estaba en su piquete, a las seis y media de la mañana y bajo la lluvia, para expresar la solidaridad de los maestros con los huelguistas. Al día siguiente, presentó una moción en la Asamblea de Delegados de la UFT para que el sindicato comprometiera su pleno apoyo y convocara una manifestación masiva de trabajadores de Nueva York para respaldar la huelga (no se le permitió llegar a votación, aunque contó con mucho apoyo). El CSEW, que busca unir a todos los trabajadores de la educación, no sólo a los profesionales como la UFT, estuvo en el piquete casi a diario. La planilla MORE, como dijo Marjorie, había “desaparecido en combate” (cuando mucho tuvo una manifestación simbólica en las escaleras de la sede del DOE).
August 2014 Harlem vigil for Eric Garner and Michael Brown, murdered by cops in Staten Island and Ferguson, Missouri. Marjorie always insisted on the centrality of the struggle against the racist oppression of black people in the U.S.
La cuestión de qué tipo de oposición es necesario construir contra la burocracia sindical procapitalista llegó a un punto crítico con el asesinato cometido por la policía en Staten Island en julio de 2014 de Eric Garner, quien murió asfixiado mientras repetía, once veces, “no puedo respirar”. Esto cristalizó la indignación contra la racista represión policíaca en toda la ciudad. Marjorie y el GI asistieron al funeral de Garner en Brooklyn, donde no vieron a nadie del sindicato. Pero cuando el demócrata negro Al Sharpton convocó una marcha masiva en Staten Island en agosto, el líder de la UFT, Michael Mulgrew, se espabiló y el sindicato dio su apoyo.
El Grupo Internacionalista ha denunciado muchas veces el papel de Sharpton, quien con su consigna “Sin justicia no hay paz”, siempre busca desviar las protestas hacia la política de presionar a los políticos capitalistas. Aun así, el GI y el CSEW marcharon en la protesta de Staten Island, que en realidad fue un referéndum sobre el racismo. MORE no marchó. ¿Por qué no? En parte porque algunos de sus miembros de Staten Island, donde muchos docentes están casados con policías, estaban bajo el influjo de un sentimiento local favorable a la policía. Pero aún peor, MORE publicó una grotesca declaración contra la decisión del sindicato de participar en la marcha y pidió que “los dirigentes de la UFT y la PBA (gremio de “benevolencia” de policías) encuentren formas de trabajar juntos y unirse”. ¿”Unidad” con la organización fascistoide que protege a los racistas policías asesinos de Nueva York?
MORE dice defender un “sindicalismo de justicia social”. Pero aquí vimos el programa de puro sindicalismo gremialista en acción al encubrir un racista asesinato policíaco. Marjorie publicó una “Carta abierta a MORE” (10 de septiembre de 2014), en la que decía: “Lejos de ser nuestros ‘hermanos y hermanas’, los policías son rompehuelgas profesionales que hacen cumplir la ‘ley y el orden’ racista. Ese es su trabajo para la clase dominante”. Su atroz declaración, añadió, “fluye directamente de la premisa básica de MORE de ‘unir’ a todos y cada uno contra los falsos líderes de Unity, la planilla dirigente. Se deriva directamente de su empeño de evitar por completo las cuestiones de raza y clase, las cuestiones fundamentales en este país”.
Marjorie enfatizó una y otra vez que “las escuelas públicas son la encrucijada de raza y clase”. Llamó por echar a los policías de los sindicatos y por echar a los policías de las escuelas. Y enfatizó que, en ciudad tras ciudad, en todo el país, los demócratas son los jefes de los racistas policías asesinos.
Rebelión magisterial en Oaxaca
En 2016, Marjorie se tomó un sabático de seis meses para ir a Oaxaca, México, donde había estado varias veces antes, para estudiar la educación indígena. Entrevistó a profesores de comunidades zapotecas, mixtecas y mixes, además de que dio algunas clases a estudiantes de posgrado en la universidad estatal que lleva el nombre de Benito Juárez, el presidente indígena de México que, a mediados del siglo XIX, después de librar una guerra civil contra los reaccionarios clericales y derrotar una invasión francesa, inició la construcción de un sistema de educación pública laica y gratuita. Tras regresar a Nueva York, hizo una presentación como parte de una jornada de desarrollo profesional en su escuela, P2G, sobre “Lengua, cultura e identidad: una investigación sobre la enseñanza y el aprendizaje en Oaxaca”. Mientras estaba en Oaxaca estalló una nueva huelga magisterial que, al igual que en 2006, abarcó a todo el estado y duró de mayo a septiembre. Marjorie apoyó activamente a nuestros camaradas del Grupo Internacionalista, que estaban en la primera línea de batalla.
After the 2016 teachers strike in Oaxaca had gone on for a month and a half, on 19 June 2016 the army and federal police massacred eleven indigenous people in Nochixtlán. As the military force proceeded along the highway to the state capital that day they were met with tenacious resistance in every town on the way. Marjorie, who was on sabbatical in Oaxaca at the time, supported our comrades of the Grupo Internacionalista, who were in the front lines of the battle (above, in Hacienda Blanca on the outskirts of Oaxaca city).
Todas las carreteras de entrada y salida de Oaxaca estuvieron bloqueadas durante varios meses. En poco tiempo, la única manera de entrar o salir era en los autobuses del magisterio. Los maestros instalaron 37 bloqueos carreteros en todo el estado, así como puntos de revisión en sus entradas, donde inspeccionaban todos los vehículos. Los docentes tienen su propia estación de radio transmitida en FM y por Internet, Radio Plantón, en la que el GI tiene un programa semanal: Frecuencia Obrera Internacionalista. Las áreas indígenas zapotecas, mixtecas y triquis se movilizaron en apoyo de los maestros, quienes a menudo actúan como portavoces de sus empobrecidas comunidades y abogan por ellas. Hubo repetidas manifestaciones de decenas de miles y, en un par de ocasiones, de cientos de miles en la capital del estado. Durante la huelga, el GI tenía un cineclub que proyectaba películas todas las noches en la calle frente a la sede del sindicato magisterial, la Sección XXII de la CNTE, un sindicato disidente que en gran medida se había liberado del dominio del “sindicato” corporativista de trabajadores de la educación (SNTE), que era y es esencialmente una agencia gubernamental para el control de los maestros.
Después de unas seis semanas de huelga, a mediados de junio, el ejército y la policía federal avanzaron hacia la ciudad de Oaxaca, matando a once indígenas e hiriendo a más de 100 en el pueblo de Nochixtlán. Mientras se dirigían a la capital del estado de Oaxaca, las fuerzas represivas encontraban una resistencia masiva en cada pueblo, con barricadas en llamas. El Grupo Internacionalista participó en los combates y al día siguiente nuestros camaradas del sector salud fueron clandestinamente a Nochixtlán con una unidad quirúrgica móvil para tratar a los heridos. En Nueva York, el CSEW organizó protestas de solidaridad. Pero ni siquiera el ataque asesino del ejército y la policía federal lograron romper la huelga, que continuó tres meses más. Esa fue una verdadera lección sobre el poder de las luchas de los docentes, no en defensa de estrechos fines gremiales, sino como avanzada y defensora de la clase obrera y las comunidades oprimidas.
Durante los últimos 25 años en México, los gobiernos federal y del estado de Oaxaca han buscado imponer planes de “reforma” educativa promovidos por agencias imperialistas como el Banco Mundial y la OCDE. Debido a la resistencia de los docentes, no han podido implementar estos planes privatizadores y antisindicales en Oaxaca. Pero los docentes tampoco han podido obtener una victoria contundente, pues han limitado su lucha a un solo estado, sin incorporar a la poderosa clase obrera industrial, y han buscado la salvación en el presidente populista Andrés Manuel López Obrador (que quiere recorporativizar a los docentes disidentes, fortaleciendo las cadenas de control gubernamental) en lugar de construir un partido obrero. México sigue siendo un estado capitalista y Oaxaca sigue siendo una región empobrecida. Nada menos que la revolución socialista internacional puede cambiar esto. Las experiencias de Marjorie en 2006 y 2016 muestran el poder del sindicalismo clasista y la necesidad de una dirección revolucionaria.
En defensa de los estudiantes inmigrantes
A principios de 2017, el recién elegido presidente Donald Trump lanzó una ofensiva contra los inmigrantes, comenzando con prohibir la entrada a EE.UU. desde siete países predominantemente musulmanes. La policía migratoria (“la migra”) del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) inició redadas en todo el país, incluida la ciudad de Nueva York. Agentes del ICE aparecieron frente a escuelas en busca de estudiantes indocumentados. Marjorie y otros internacionalistas fueron al aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York para protestar contra la “prohibición de los musulmanes” e impulsó un “Comité de Apoyo a Estudiantes Inmigrantes de la UFT P2G” para defender los derechos de los inmigrantes y mantener a la migra fuera de las escuelas. No se trató de algo abstracto. En la escuela donde enseñaba en Manhattan, ubicaron puertas traseras para que los estudiantes pudieran salir en caso de que llegara la policía de inmigración. Ella también se comunicó con una iglesia santuario cercana y llevó al sacerdote a la escuela para que se reuniera con los directivos.
Luego, el 15 de mayo, la UFT patrocinó un foro sobre inmigración con la presidenta de la AFT, Randi Weingarten, como una de las principales oradoras. Destacaron las instrucciones del canciller escolar de que los agentes del ICE no podrían ingresar a las escuelas sin el permiso del DOE. En la discusión, Marjorie se levantó para decir que eso no era suficiente, que si venía la migra, los maestros y el personal deberían hacer fila afuera para decir que se trata de nuestros estudiantes, que no los van a tocar, y que si intentan entrar, tendrán que pasar por encima de nosotros. Hubo muchos aplausos, pero ninguna reacción por parte de los panelistas. Sin embargo, cuando la reunión estaba terminando, Weingarten tomó la palabra y dijo: “Marjorie, si haces eso, te defenderemos”. Eso era todo lo que necesitábamos. Era una luz verde. Marjorie nunca esperó nada más de la burocracia sindical.
Marjorie hizo mucho más a lo largo de los años. En 2007, publicó un folleto defendiendo a Debbie Almontaser, una directora de escuela de origen yemení de lo que estaba previsto que fuera la primera escuela centrada en el idioma árabe. Almonaster fue purgada por el alcalde Bloomberg, con el visto bueno de Weingarten de la AFT/UFT, tras una larga campaña de meses de ataque contra los musulmanes llevada a cabo por el virulentamente sionista y antimagisterial New York Post. Como delegada de 2009 a 2019, Marjorie creó una lista de correo en Internet, al que se refería como su blog, con sus informes sobre la Asamblea de Delegados y otros materiales, que llegó a varios cientos de profesores, en su mayoría en P2G. En 2012, cuando los maestros de Chicago se declararon en huelga, tan pronto como se enteró, Marjorie tomó un vuelo a las 6 a. m. del día siguiente para ir allí y mostrar la solidaridad de los maestros de Nueva York. Votó en contra de todos los contratos acordados entre la UFT y el DOE, y en 2014 publicó una calcomanía (impresa en un taller sindicalizado) que distribuyó ampliamente y que decía “No me culpes, voté No”. También luchó insistentemente por la integración racial en las escuelas de la ciudad de Nueva York, pidiendo una educación pública laica, gratuita, igualitaria y de calidad para todos.
“Retiro”
Marjorie se jubiló el 1° de enero de 2020. En febrero, llegó la pandemia de COVID-19. De repente, las escuelas necesitaban desesperadamente de maestros. Entonces, a los 76 años, aprendió a enseñar de forma remota, familiarizándose con diferentes programas y aplicaciones. Ya en el otoño de 2020 estaba enseñando otra vez. Dio clases en línea en la escuela regular y en la educación de adultos hasta el 26 de febrero de 2022, cuando tuvo que ser llevada de urgencia al hospital. Cuando ella y Jan buscaban desesperadamente un gastroenterólogo el viernes por la tarde cuando se les preguntó sobre su seguro, respondieron “UFT” y no les hicieron más preguntas. Si hubiera estado en “Medicare Advantage”, un programa privado de seguro médico, que el presidente de la UFT Michael Mulgrew y el comité de coordinación de los sindicatos municipales están tratando de imponer para ahorrar dinero al gobierno (capitalista) de la ciudad, quién sabe qué habría pasado.
When many teachers unions and almost all the union “reform” caucuses were calling to keep schools closed, CSEW said “remote edication” is a contradiction in terms and called as early as August 2020 to use union power to keep schools open safely. Above: Marjorie (second from right) and CSEW contingent counterposed to M.O.R.E. caucus demo at UFT offices that still called for remote education in January 2022.
Hacia el final de la primavera de 2020, cuando muchos sindicatos magisteriales y sus reformistas oposiciones internas, como MORE en Nueva York y CORE en Chicago llamaban a mantener cerradas las escuelas, Marjorie insistió en que, como escribimos en nuestras pancartas, la “Educación remota es una contradicción en términos”. Toda educación es social, como enseñaba el psicólogo soviético Lev Vygotsky, y como aprende todo maestro en la escuela para docentes de Nueva York. Marjorie y el CSEW llamaron a movilizar el poder sindical para hacer de las escuelas sitios seguros, para formar comités de maestros, estudiantes, padres de familia y trabajadores para inspeccionar los edificios, revisar la ventilación y asegurarse de que los nuevos ventiladores funcionaran. El sindicato no necesitaba del permiso de la administración, sino que podría simplemente hacerlo e insistir en el cumplimiento. Y al involucrar a los padres de familia, podría socavar el tipo de violenta reacción antimagisterial que instigaba la derecha, como era de esperar. El CSEW llamó insistentemente a favor de esta política, pero en ese momento no teníamos suficiente fuerza en las escuelas para librar esta lucha.
Marjorie regresó a la universidad tras retirarse, pensando en estudiar otra maestría en historia en CUNY. Entre otros poderosos artículos, escribió “Interpretaciones de 1989 y las corrientes de ‘reforma socialista’ en la República Democrática Alemana” (RDA) desmontando la ideología de Guerra Fría de los académicos anticomunistas occidentales, que presentan las luchas de 1989-1992 en el bloque soviético como batallas de la democracia liberal vs. el “totalitarismo”. En este artículo explica por qué los movimientos de reforma socialista de intelectuales disidentes, aislados de la clase obrera y sin un programa revolucionario, no podían hacer realidad su sueño de una RDA independiente, libre de la burocracia, situada entre los bloques soviético y occidental. Otro de sus artículos se ocupa de diversas “Interpretaciones actuales de los Jacobinos negros de CLR James”, que consideran que a la Revolución Haitiana es deficiente por no conformarse con los estándares actuales del imperialismo de los “derechos humanos”.
Marjorie recibió la mejor atención médica disponible. Después de someterse a una operación de emergencia en febrero de 2022, fue atendida en el Centro para el Cáncer del hospital Memorial Sloan-Kettering, la principal institución a escala mundial contra esta enfermedad. Enfrentó un duro régimen: tenía que tomar 13 pastillas varias veces al día y lidió con neuropatías e indignidades. Entonces, cuando ya no era posible que se sometiera a más quimioterapia, recibió cuidados paliativos en el único hospital acreditado de cuidados agudos para el final de la vida para pacientes con cáncer avanzado en EE.UU. Cuando le preguntaron al ingresar si estaba deprimida, dijo “sí, porque me estoy muriendo”. Marjorie tenía una enorme fuerza de voluntad, como los comunistas necesitamos tener, pero al final su cuerpo cedió.
Durante los dos años de vida que ganó con la quimioterapia, Marjorie realizó algunos logros importantes. Dio una charla en tres partes sobre la huelga magisterial de 1968 en Nueva York, acerca de la cual mucho se ha escrito y que sigue siendo hoy objeto de duras disputas, analizando las fuerzas que operaban en ella y explicando cómo una dirección armada con el programa revolucionario de los bolcheviques de control de las escuelas por parte de maestros, estudiantes, padres de familia y trabajadores, bajo la dirección de los educadores, podría haber atajado el enfrentamiento entre el control comunitario y los derechos de los profesores. Dio otra plática durante estos meses sobre el papel contrarrevolucionario que jugó la dirección shachtmanista y anticomunista de la UFT y la AFT, desde el golpe de Pinochet en Chile, hasta Solidarność en Polonia. El CSEW planea publicar estas pláticas junto con otros de sus escritos, en el próximo número de Marxism & Education. Marjorie también se prestó como mentora de un grupo de jóvenes maestros que empezaban en esta exigente carrera.
La vida de Marjorie no fue fácil. Algo que le ayudaba, tanto frente a la hostilidad al interior de la SL como con su demandante jornada como maestra, fue correr. Su padre, Bill Stamberg, fue un jugador semiprofesional de basquetbol, y después de enfermar de cáncer solía dar largas caminatas cada día. Marjorie veía cada año las finales de la NBA (de baloncesto) y era una ávida corredora. Corrió ocho maratones de Nueva York. Corrió a lo largo de toda la pandemia cuando la gente (ella incluida) tenía miedo de salir. Más tarde, después de que enfermó de cáncer, tenía síntomas de Párkinson que le dificultaban caminar. Pero tras siete meses de una lenta recuperación de la cirugía y de poder poco a poco caminar de nuevo, adoptó la rutina de caminar 4 kilómetros diarios. Iba lentamente, pero lo lograba. Y luego tenía que lidiar con los 46 escalones para llegar al departamento del cuarto piso en donde vivía con Jan.
Se puede tener una idea de la fortaleza de Marjorie considerando que, en noviembre de 2023, cuando le resultaba cada vez más difícil caminar, participó en tres protestas en solidaridad con Gaza en Nueva York en una semana. El 9 de noviembre llegó a una manifestación de varios miles de personas en la escalinata de la Biblioteca Pública de Nueva York en una movilización nacional de paros estudiantiles por Palestina. Su pancarta llamaba a “Defender a los palestinos contra la guerra genocida de EE.UU. e Israel”. El 15 de noviembre, participó en un mitin frente a la sede de la UFT con una pancarta que decía “¡Israel fuera de Gaza y Cisjordania, ya!” Al día siguiente, afuera de las oficinas del DOE, con una pancarta que decía “¡Por el derecho de los estudiantes y maestros a protestar contra la guerra de Gaza!”, habló en una protesta convocada por el CSEW en contra de la orden mordaza lanzada por el canciller escolar David Banks con el propósito de impedir toda declaración propalestina por parte de los maestros, incluso en su tiempo libre y fuera de la escuela.
Marjorie estaba resuelta a mostrar su oposición a la matanza perpetrada por los sionistas israelíes y los imperialistas norteamericanos, quienes proveen todas la bombas y aviones que hacen posible este asesinato en masa; a refutar la calumnia de los facilitadores del genocidio que equiparan el antisionismo con antisemitismo; a hablar a favor de la población árabe palestina bajo ataque, y a defender los derechos de otros a hacerlo también.
Tras haber escrito en diversos periódicos de izquierda en su evolución política, Marjorie Stamberg dio un salto de militante de la Nueva Izquierda y pionera del movimiento liberacionista de la mujer, hasta abrazar el comunismo de Lenin y Trotsky, y de ahí en adelante se mantuvo firme. Fue editora de Workers Vanguard y de The Internationalist, así como de Marxism & Education, el órgano del CSEW; fue miembro del Comité Central de la Spartacist League cuando ésta defendía el trotskismo revolucionario, y durante los últimos 28 años fue una dirigente central del Internationalist Group y de la Liga por la IV Internacional. Era una muy buena agitadora profesional, capaz de atraer a una multitud para explicar claramente la esencia de la cuestión central del momento y la necesidad de una respuesta revolucionaria. Como señaló un camarada que trabajó con ella durante décadas, “Políticamente, era dura como el diamante, pero era también bondadosa y siempre estaba junto a ti cuando necesitabas que alguien te defendiera”. Marjorie fue respetada por prácticamente cualquiera que la hubiera conocido.
A lo largo del último medio siglo de su vida, desde Workers Vanguard y la Spartacist League/LCI hasta The Internationalist y el Internationalist Group/LIVI, Marjorie y Jan colaboraron políticamente de manera tan estrecha que a veces se olvidaban de quién había dicho qué. En la SL se vieron envueltos en muchas luchas, hasta el punto en que cuando entraron juntos a una reunión del Buró Político a principios de los años 1990, el dirigente de la LCI, Jim Robertson, señaló “Vaya, aquí viene la dirección alternativa”. Perdieron algunas batallas, pero probablemente ganaron más y trabajaron efectivamente junto con otros en la dirección durante más de dos décadas a pesar de las tensiones. En el GI y la LIVI Marjorie siguió luchando por el programa al cual había sido ganada décadas antes y que hoy es más urgente que nunca. Como señaló Rosa Luxemburg, la alternativa que enfrenta la humanidad es socialismo o barbarie, y estamos teniendo ahora una horrorosa probadita de esa barbarie en el genocidio de Gaza.
El dirigente del régimen estalinista de Alemania Oriental, Erich Honecker, gustaba de una consigna fatua, “Vorwärts immer, rückwärts nimmer” (siempre hacia adelante, nunca hacia atrás), lo que es absurdo: a veces es necesario librar acciones de retaguardia. Mientras que los falsos dirigentes sindicales y de la izquierda han capitulado ante la ofensiva imperialista en las últimas décadas, entregando las conquistas del pasado y aceptando –e incluso sumándose– a la campaña para desmantelar la educación pública, Marjorie y sus camaradas han tenido que volverse expertos en librar luchas defensivas, pero siempre preparándose para pasar a la ofensiva. Con todo, Marjorie nunca se rindió ni dio un paso atrás, siempre colocándose en la primera línea de batalla en la lucha por los oprimidos. Su ejemplo y las lecciones que sacó de estas luchas ayudarán a mostrar la vía a aquellos que continúan su lucha por un mundo socialista. ■
- 1 El National Guardian fue fundado como el periódico del Progressive Party (PP), el vehículo electoral conducido por el Partido Comunista en la campaña presidencial de 1948 del exvicepresidente norteamericano Henry Wallace. Bajo los golpes de la represión macartista, el PP se desbandó a mediados de los años 1950, pero el semanario se mantuvo como la publicación más grande de la izquierda en Estados Unidos. Al crecer la Nueva Izquierda, a principios de 1968 los editores frentepopulistas de cuño estaliniano se retiraron y fueron remplazados por un nuevo equipo de escritores de la Nueva Izquierda, que le cambiaron el nombre a Guardian e invitaron a Marjorie a unirse al equipo.
- 2 Mientras el Guardian de la Nueva Izquierda se decantaba por una línea reformista mao-estalinista y su editor Jack Smith trataba de manera despótica al colectivo que supuestamente dirigía la publicación, miembros del staff realizaron una huelga y más tarde comenzaron la publicación del Liberated Guardian, con una línea política un poco más radical (pero aún bajo influencia estalinista). 3 El nombre fue adoptado a partir de la palabra “Bluestockings”, usada para referirse despectivamente a mujeres intelectuales en siglos pasados.
- 4 Véase el artículo de Marjorie “CNTE-SNTE, ¿Cuál es la diferencia? ¿Por qué es importante?” (agosto de 2016, en el sitio de internet del CSEW).